Le parecía estar haciendo algo extraño, allí, en la calle, con la esperanza de ver a alguien que apenas le conocía. Pero no sentía deseos de alejarse de aquel lugar. En su interior sentía una nueva emoción. Ya nada parecía tan importante como la Princesa. Se había convertido para él en una idea fija. Estaba encantado. Estaba poseído. Estaba enamorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario